Se esta muriendo la gente que creíamos que nunca moriría, porque nadie nunca nos dijo que las personas se mueren para siempre, que jamás regresan cuando mueren. Nunca nos enseñaron que cuando alguien que amamos muere, duele tanto que no nos dejan más ganas para vivir, para seguir viviendo.
La memoria perdida esta en los recuerdos llenos de nostalgia, al parecer se mueren las personas cuando solo se transforman en recuerdos. Recuerdos que duelen cuando nos damos cuenta que no somos nada, solo un recuerdo sin ningún valor y que nos duelen porque no hemos querido convertirlos en eso que vale amor, que vale la pena vivir.
Nunca nos dijeron que la muerte no viene para sufrir, jamás me enseñaron que no es masoquismo vivir el duelo de la muerte de lo amado, del amante.
Y ahora se han muerto sesenta mil padres y madres, sesenta mil hermanos y hermanas, sesenta mil abuelos y abuelas que quizás no debieron morirse pero que se murieron.
¿Por qué nadie nos enseña a morir?, ¿por qué nadie nos avisa que cuando una madre se muere lo hace para siempre?, ¿por qué no nos informan que esto de morirse es definitivo, y es definitorio?
Nos define por que tampoco nos avisaron que era lo que nos diferenciaba de la eternidad inexistente. Esa eternidad que seguramente la invento alguien que le tenia miedo al tiempo y su finitud, su temporalidad.
No se acordaron de recordarme que algún día yo mismo me tendría que marchar después de que muchos se hubieran marchado ya. Y que se marcharían los hijos sin guardar respeto al orden preestablecido y se irían antes que sus padres. Y que se irían los abuelos, esos viejos que generosamente nos educaron como padres amorosos cuando estos últimos faltaron. Y que se irían los amantes sin haberse cansado de tanto amar.
Nunca se nos dijo nada; a mi educación tan intensa y larga en la universidad y en el colegio, jamás se me mencionó en qué consistía morirse, o ¿es que acaso le tuvieron miedo a hablar de la muerte y mejor nos morimos sin mencionarla siquiera?
Y entonces, ¿para qué sirve morirse?, ¿tiene algún beneficio?, ¿sirve para algo?
Después de tanta muerte, me doy cuenta que no se puede amar sin aprender a morir, si no amamos con la muerte incluida en este acuerdo amoroso, lo único que logramos hacer es necesitarnos, depender el uno del otro. Cuando logramos amar después de haber muerto es cuando amamos en realidad. Se ama a aquel que no necesitamos tener físicamente, se ama aquel que hemos permitido retirarse de nuestra presencia obligada desde la codependencia.
Se ama cuando liberamos al ser amado de que pueda partir, cuando ya a vivido su cruel final crónico degenerativo. Se ama pensando en el que sufre con cáncer, con insuficiencia renal, con Covid 19 o 20, se ama cuando nos decidimos a darle libertad al moribundo y le expresamos : "Ya te puedes morir en paz, porque los que nos quedamos vamos a estar bien" Pablo Lorenzo García Tanatólogo
Comments